viernes, 7 de octubre de 2011

Arrancamos el largo camino a Brasil 2014 (Y otra vez con una derrota)

1. La cabra siempre tira al monte. De tal palo, tal astilla. La sangre llama. Tres aforismos clásicos de nuestra rica lengua para dar a entender más ó menos lo mismo: aquello que está en nuestra esencia, aflorará por mucho que tratemos de impedírselo. Y es precisamente lo que me (nos) pasa estos días.

2. La Selección está mal. Tiene un errático DT, que cuida más los resultados y lo que él llama proceso, en vez de darle una identidad como escuadra y hacer el ansiado recambio que los hinchas venimos exigiendo hace, por lo menos, tres Eliminatorias. En los 11 partidos disputados en la “era Quinteros”, el santafesino apenas ha conseguido 5 empates y todo lo demás son derrotas —en números: 5 de 33 posibles; 15,15% de rendimiento—. Con ese panorama previo, más los datos nada desdeñables de estrenarnos contra el reciente campeón de la Copa América, el cuarto del torneo mundial Sudáfrica 2010 y las dos goleadas en contra de las eliminatorias precedentes, poco queda para el optimismo y la esperanza. Sin embargo, el corazón domina a la razón y afloran las pasiones: ¡Vamos Bolivia!

3. Me voy a la casa de mi mamá en previsión temerosa de que Bolivia TV una vez más despache señal diferenciada por la grilla de Cotel TV. La empresa de televisión por suscripción dice que transmitirá todos los partidos, pero prefiero asegurarme seguir las acciones tranquilo. Almuerzo un delicioso pastel de fideos casero, veo el capítulo de la novela peruana que media La Paz –y buena parte del país– sigue y estoy listo para seguir a la Verde.

4. Pero no puedo, como todos en el terruño boliviano. Resulta que hubo una tormenta en Uruguay y la señal televisiva llega al satélite como hipo de borracho, con intermitencias. Me anoticio, mediante uno de los apuntes del relator de acento argentino, acompañado en los comentarios por el argentino naturalizado boliviano Norberto Kekes —¿será que no había nadie oriundo del país para hacer la transmisión? Sé que hay sesgos xenofóbicos en lo que digo, pero me hago cargo: no tengo la xenofilia de la mayoría de nuestros conciudadanos, aunque tampoco objeto a foráneos que por mérito propio (como don Lorenzo Carriquiriborde o el célebre Julio Borelli Viteritto) se hacen un lugar en el país—, de que Uruguay gana desde el minuto 3. El apunte de Ovación Digital dice: “Un córner derivó en un rebote en Diego Lugano adentro del área que (Luis) Suárez, más rápido que todos, aprovechó para convertir en el 1 a 0”.

5. Recién sobre el minuto 8 llega la transmisión, con las falencias de origen ya citadas. Pero no importan: en el minuto 17 podemos ver el GOL DE BOLIVIA, luego que Jaime Robles se la pasa en profundidad a Rudy Cardozo, quien la cachetea cruzada ante la salida desesperada de Fernando Muslera, pega en el palo y se entra. Pego un grito de alegría delante de mi mamá, que se alista para salir al banco.

6. Alegría de pobre dura poco, dice otro refrán. Transcurren apenas 8 minutos, corre el 25 de juego y el referí peruano Víctor Hugo Carrillo, de regular actuación, decide cobrar un tiro libre cerca del círculo central para los charrúas. Diego Forlán ejecuta, su tocayo Lugano, que además lleva el cinto de capitán, cabecea cruzándosela a Arias. Digamos que vuelve la normalidad al Centenario.

7. La transmisión muestra a Quinteros gritando con bronca: “Le pregunto qué cobró. Él sólo lo vio”. Es casi lo último que vemos —además de la amonestación a Edivaldo Rojas—, porque la señal vuelve a perderse. Apelo a la transmisión de Futbolmanía y así me anoticio del tercero gol uruguayo, en el minuto 34, tras una proyección por derecha de Maximiliano Pereira, quien centra pasado y Edinson Cavani, cuya presencia se tenía en duda, se lanza en palomita para vencer a Arias.

8. Para el reinicio de las acciones ya estoy instalado frente a la pantalla de la computadora. Veo por la señal de TyC Sports la amonestación a Ronald Raldes por tocarla con la mano al caer; curiosamente, le achacan la tarjeta a un jugador con ese nombre, pero con la bandera celeste y blanca a rayas. Mi mamá, quien ya retornó de su excursión bursátil, me avisa que están pasando el juego ahora sin cortes y vuelvo a la señal por Bolivia TV. Veo la tarjeta amarilla –cuarta en la Verde, la otra fue para Luis Gutiérrez– a Ronald Rivero, el presunto “legionario” que juega en la liga de China. Sobre el minuto 66, Marcelo Martins manda un buscapié que es rechazado por Diego Pérez. Comentario para los realizadores de la transmisión abierta para todo el país: controlen y uniformen los avisos que aparecen en pantalla, pues algunos ocupan un tercio de esta (los de Coca Cola y de Organic).

9. Uruguay sella su triunfo de una manera penosa. Forlán ejecuta otro tiro libre, Arias no consigue retenerla y Lugano la empuja sin marca alguna. Incluso llega acompañado por Diego Godín a la línea de sentencia. Es el minuto 71 y el yerro del ex portero del Tigre me hace mandar SMS a tres amigos: “Van a ser 5, pero con 1 de la verde”. Mi mamá, quien dormita al lado, abre un ojo y comenta: “Ya estamos chuceaos”. Como para darle razón, en el minuto 77 un córner desde la derecha mandado por Forlán es cabeceado por Lugano y Walter Flores la para sobre la línea. Sobre el minuto 80, tiro libre para nosotros en el borde izquierdo del área charrúa. Martins la estrella en la barrera y Jaime Robles la manda hacia el ángulo, pero Muslera la atrapa. Cuatro minutos después, Cardozo envía un centro y Martins le mete un testarazo cerca del punto de penal: Muslera vuela hacia su izquierda y la despacha al córner.

10. Al parecer los milagros, aunque parciales, ocurren en Montevideo. Martín Cáceres traba dentro del área a Alcides Peña y el árbitro peruano dictamina penal. Marcelo Martins trota y la manda a la derecha de Fernando Muslera, quien llega pero no consigue detenerla. GOL DE BOLIVIA, mientras se cumple el minuto 87. Ya no hay tiempo para más.

11. Así, con una derrota más —la octava consecutiva en el Centenario, donde sólo una vez logramos una paridad— hemos iniciado el extenso camino que llevará a cuatro clasificados a Brasil 2014. Para el balance, digamos que se jugó bastante bien (con las excepciones de Edivaldo, casi desconocido, y de Rivero, impresentable), aunque la defensa nacional sufre de un grave mal: se quedan parados ante cualquier balón que vaya a caer en el área —y el martes viene nada menos que Radamel Falcao García—. La línea central fue la más regular y el único ariete, reforzado después por Alcides Peña, sólo pudo hacer el penal. Eso sí: la figura del partido, el enano Rudy Cardozo. Y quedará para la dimensión desconocida qué pensó Quinteros ("Fuimos muy frágiles en defensa. Nos hicieron tres goles de pelotas paradas y uno de juego aéreo, que hace el gol Cavani” y "Para nosotros [el partido del martes] es el objetivo del año y lo dije cuando entré. Tenemos que formar un equipo que sea capaz de jugar bien y hacerse fuerte de local. Tenemos que sumar la mayor cantidad de puntos en La Paz", explicó en la conferencia de prensa según Ovación) cuando decidió que Pablo Pájaro Escobar se quede en La Paz y que Alejandro Choco Chumacero no esté ni en la banca en Montevideo.

FOTO: OLE.COM.AR.

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