lunes, 11 de octubre de 2010

Se va acabando el sueño (No le ganamos ni al casi descendido y se reconfirma la justa pérdida de tres puntos)



1. Otro fin de semana tenaz en lo personal. Tradicional Almuerzo de Antiguas/os Alumnas/os de colegio y todo lo que eso implica. Ayer no quise ni intentar siquiera buscar una emisora de Trinidad que transmita por la red. En el minuto 65 del partido escuché el enlace que hacían los de Futbolmanía y la cosa seguía en blanco, pero apenas unos minutos después eso se modificaría.
2. Néstor Craviotto, que no sabe de ganar fuera de La Paz, propuso este once inicial: Max Rougcher; Luis Ribeiro (capitán), Luis Palacios, Santos Amador y Gerson García; Nelvin Soliz, Carmelo Angulo, Alejandro Chumacero y Thiago Leitao; Rodrigo Ramallo y Julián Di Cosmo. Arbitraron Óscar Saucedo, Jorge Calderón y Juan Pablo Montaño.
3. Según lo que ponen los de Erbol, tuvimos “tres claras oportunidades de anotar en los primeros 45 minutos frente a un dubitante equipo local, pero sus delanteros parecieron estar con los botines atados, especialmente Carmelo Angulo, quien a los 37, solo frente al portero a cinco pasos de éste remató a las manos del guardameta, cuando la tribuna esperaba el estilete”. Y encima, claro, nos quedamos sin el Negro Peña por expulsión.
4. Ahora, con el resultado ya conocido por todos y las imágenes del partido en Trinidad dando vueltas en los distintos espacios deportivos de la televisión, empieza la angustia de la numeralia. Primera cosa: se ha confirmado que perdimos –bien perdidos, dicho sea de paso– los tres puntos de la impugnación hecha por Blooming. Segunda: ese grandioso regalo de nuestro delegado y presidente del Comité de Fútbol, Ronald Crespo, nos despacha al décimo lugar en la tabla –sólo estamos por encima del que nos ganó ayer y el otro candidato al descenso. Tercera: tenemos siete derrotas –seis fuera de La Paz y una en el Siles–, un empate –contra el clásico rival– y cinco victorias; con eso no basta ni alcanza.
5. El miércoles hay que ir al Siles. No sólo porque jugamos con los de Tembladerani, sino para darle aliento al equipo con la esperanza de que reaccione. No sé cómo ni con qué, sólo sé que TENEMOS QUE GANAR EL CLÁSICO. Si no lo hacemos, que nos hagan despertar del sueño y nos ocupamos de otras cosas.

FOTO: AFKAPHOTOS.COM.

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